A mis 21 años jamás había tenido la oportunidad de haber visitado un molino antiguo, pero la idea de hacerlo me llamaba la atención desde que era muy pequeño. Así pues, y aprovechando que me encontraba en esta increíble localidad, decidí acercarme hasta el conocido "Molino de Ponte Goiáns"; un antiguo molino (en desuso) situado a la vera del río Coroño, en Boiro.
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Imagen Río Coroño |
A pesar de que el lugar en el que se ubica el molino no es excesivamente amplio, si se trata de un lugar hermoso y que refleja muy bien un pasado histórico que, por muy increíble que nos parezca, no queda tan atrás en el tiempo.
Estoy refiriéndome a un lugar en el que podemos encontrar, además de los molinos propiamente dichos, una amplia variedad de vegetación: álamos, "abeleiros", abedules y sauces, entre otros.
Un lugar perfectamente acondicionado para que los turistas, o cualquier persona que pueda estar interesada en el tema, se acerque a este lugar con el fin de descubrir y observar en primera persona, un tiempo de antaño en el que la harina y las "muiñadas" formaban parte de la vida cotidiana de nuestros "antepasados".
Sin embargo, el problema con el que me encontré a mi llegada a los molinos fue que estos se encontraban cerrados, pues solo abrían los lunes por la tarde durante los meses de verano. Por este motivo decidí acercarme a una anciana que vivía justo al lado del lugar en el que se ubicaban con el fin de que me informarme y me relatase un poco más acerca de la historia de los mismos.
Esta señora, con las lágrimas en los ojos durante casi todo momento, fue contándome la historia de como su padre venía al molino muy temprano para hacer el pan y la harina y, como luego esta, junto con su madre, se dirigían al mercado para venderlo en la plaza con el fin de poder sacar un poco de dinero y salir adelante.
Puedo comprender que a través de estas líneas, la historia que os estoy transmitiendo, no pueda causar en muchos de vosotros alguna sensación de "tristeza"; pero he de reconocer que el haber hablado con esta anciana produjo en mí una sensación de afecto y ternura que una vez más me hizo recordar a mi bisabuela.
Aquí os dejo unas preciosas imágenes del lugar para que les echéis un vistazo; pues como os he comentado el lugar es digno de visitar.